martes, 12 de junio de 2012

GRACIAS, NACHO


A veces ocurren cosas que nos pillan desprevenidos y nos golpean fuerte, dejándonos algo así como KO. A veces parece que el mundo se burla de nosotros, que Dios se esconde y que es el destino quien juega, caprichoso, con nuestras vidas. Hay sucesos que parecen incomprensibles, que nos sacuden y nos zarandean y hacen que nos preguntemos por el valor de las cosas, y consiguen que relativicemos lo que hacemos y lo que tenemos.
Uno de estos sucesos ocurrió el viernes pasado, cuando nos enteramos del inesperado fallecimiento de Nacho. Una mezcla de incredulidad, profundo dolor y rabia, nos conmocionó y nos paralizó por un momento a muchos de nosotros, según nos íbamos enterando.
Nos queda su recuerdo, el de su carácter siempre positivo y animoso, inasequible al desaliento, y sobre todo nos queda la lección de su vida. Nos ha dicho, sin palabras, que la vida es preciosa, que merece la pena vivir y que la aprovechemos. Nos ha recordado la enorme suerte que tenemos por amanecer cada mañana, por poder disfrutar de lo que tenemos, por estar aquí, por estudiar y por descansar, por el regalo de cada día.
Nos queda, en fin, el recuerdo de un luchador que ha dejado un trocito de sí en cada uno de nosotros y en el Colegio Mayor y que nos hará ser mejores.
Por todo ello, muchas gracias, Nacho.

Este viernes, 15 de junio, a las ocho de la tarde, ofreceremos una misa por Nacho en la Parroquia de San Bruno (Beatriz de Bobadilla, 3).